Texto: Marcos Expósito Morillas.
Fotografías: Miguel Tejada Moreno.
El pregón del Corpus no podía empezar de mejor manera. La principal frase de alabanza que pronuncian los adoradores de forma habitual dio entrada a este magnifico pregón que nos puso en la mañana del domingo en camino hacia el día del Corpus en el que los católicos proclamamos la fe en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. Cada Palabra desgranada por Daniel Berzosa fue un sincero acto de alabanza a la más grande manifestación del amor de Dios para el hombre: el regalo de su presencia.
Daniel, que no solo ha demostrado ya ser una garantía, sino también un referente en este tipo de actos literarios , puso el auditorio, y por tanto a toda Úbeda, camino de la gran fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo pronunciando la frase que le da titulo a esta crónica del acto. Acercar un misterio tan grande y a la vez tan complejo a cualquier persona es difícil, pero él lo ha hecho con una rotundidad y suficiencia muy difíciles de superar.
Ante un repleto patio de butacas, subía al estrado Eduardo Salas Romo, previa lectura del acta donde se nombraba al pregonero de 2012, Daniel Berzosa, por parte del secretario de la Adoración Nocturna. Eduardo, gran amigo del pregonero, hizo un presentación impecable. Una presentación que estuvo a la altura de lo que después pudo escuchar el numeroso público congregado. No solo nos presento el dilatado currículum del pregonero, que sustenta un conocimiento que le hace expresar de forma tan clara sus ideas, sino que insistió sobre su lado humano y personal a través de la sincera amistad que los une.
Eduardo Salas, así como Daniel, pertenecen a un grupo de ubetenses que ha resultado muy prolífico en su entrega y militancia ubetense, hombres que, aún jóvenes, han demostrado su entrega y valía y han configurado una "excelente camada" cuyos miembros presentan mucho puntos en común. A este grupo, todos ellos amigos pertenecen hombres como Paco Jurado, Rafael Merelo, Bartolomé José Martínez, Paco Moro... que además en su gran mayoría pertenecieron a la Adoración Nocturna como "Niños Tarsicios" y que tanto en el terreno profesional , como en su actividad relacionada con las cofradías y costumbres ubetenses, han demostrado mérito y trabajo constante, haya sido cual haya sido su residencia habitual.
Es muy complicado en unas pocas lineas exponer lo que ha supuesto el pregón, pero si podemos esbozar las sensaciones que ha dejado el auditorio. Como resumen podemos destacar la enorme habilidad demostrada varias veces, de explicar las más difíciles verdades teológicas con el lenguaje más cercano y entendible que se pueda imaginar. Esta es una característica propia de los mejores profesores y oradores que sin duda Daniel Berzosa posee. Salpicado de citas de cristianos de todos los tiempos y de hondo sentimiento, el pregón ha sido a la vez profundo y cercano. No se nos puede escapar frases dichas casi "sin querer" que eran verdaderas perlas, que había que saber ver, con verdadero calado y sentido.
Se remonta Daniel a una original primera procesión del Corpus cuando la Inmaculada Virgen María visita a su prima Isabel. En ese viaje, en la visitación, y con Cristo aún por nacer, dos mujeres viven y comparten el mayor secreto que pueda Dios comunicar a los hombres. En ese viaje, nos cuenta Daniel, se produce la primera procesión del Corpus, en el sagrario vivo que es María. Aprovecha el pregonero para hacer una importante reflexión sobre el nasciturus y los 45 millones de abortos que se practican anualmente en el mundo, en lo que él llama el "holocausto silencioso".
También se produjo el "primer pregón" en esta visitación de la Virgen con la que comienza su disertación, en el movimiento de Juan en el vientre materno en señal de alegría sería ese primer pregón. Bonita alegoría en busca de dar al no-nacido la categoría que realmente tiene.
Siguió su hilo conductor con la Eucaristía y la relación, casi identificación, con el amor. Es este sacramento algo que surge directamente del corazón de Cristo en la noche de la cena en la que también se constituye el Orden Sacerdotal. También en ese momento se hace ver la grandeza del sacerdocio.
No podían faltar las referencias a las instituciones sacramentales de la ciudad como la Santa Cena o el Prendimiento, y de cómo las cofradías son fundamentales en la celebración del Corpus porque la eucaristía y la presencia de Cristo Resucitado en realidad son lo que fundamenta la fe de cualquier católico.
Igualmente era ineludible el recuerdo emocionado a D. Andrés Escalzo. Han sido todos los intervinientes los que lo han mencionado, siendo el recuerdo del pregonero muy especial en este sentido. Fue Andrés quien designo a este pregonero, con el que habló pocos días antes de que éste regresara a la Casa del Padre.
Con el himno "Cantemos al Amor de los Amores" y la participación del público en el mismo, se daba fin a este pregón. Es éste un himno reconocido por todo el mundo para la Adoración al Santísimo Sacramento. Fue el himno oficial del XXII Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Madrid en 1911, que cumplió hace poco un siglo.
Se trató de un pregón pleno, lleno de sapiencia y de conexión con el oyente, que no quedó en absoluto indiferente tras oír el pregón que ha tenido al personal 100 % del tiempo absolutamente enganchado a la disertación. Daniel Berzosa ha sabido mostrar el camino que nos llevará a la festividad del Corpus de manera impecable.
Antonio Espadas, presidente en funciones de la Adoración Nocturna ubetense, cerró el acto entregando una placa de agradecimiento al pregonero.